Lleva pueblo de Marquelia al menos 8 días cerrado por el coronavirus

La mayoría está inconforme de que una minoría del pueblo, encabezada por la comisaria, los haya incomunicado

JORGE OCTAVIO VARGAS SANDOVAL
MAQUELIA/QUADRATIN

El pueblo La Barra de Tecoanapa de este municipio, en el que habitan unas 600 personas, lleva al menos ocho días cerrado de manera total para evitar contagios de coronavirus.

Unos 30 lugareños, encabezados por la comisaria Nancy Ventura Camacho, mantienen cerrada la carretera con piedras, troncos y cuerdas para impedir que los vehículos salgan o entren a esa comunidad, donde la mayoría sobrevive de la pesca.

A orilla de la carretera, amontonados bajo una palapa, permanecen la comisaria, sus seguidores y civiles armados de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

 En ese espacio, cocinan, comen y se protegen de los rayos del sol. La mayoría de los habitantes está de acuerdo en que se extremen las medidas sanitarias de prevención, pero no con el cierre total, tal es el caso de la lugareña Lizeth Ariadna Camacho Silva, quien fue obligada a caminar por la playa bajo un intenso sol y con su bebé en brazos, cuando regresó de Ciudad de México por una operación del corazón a su pequeña.

Contó que primero le dijeron que se fuera 14 días porque pensaron que estaba contagiada de coronavirus, después le dijeron que se fuera a casa de familiares de su esposo: “Ahí es un pueblito, donde no hay farmacias, no hay tiendas y no hay ni carros que salgan rápidamente para un hospital, así que me mandaron a la secundaria y de la secundaria me dejaron hasta las 12 de la tarde”.

Añadió que, tras una reunión, el pueblo decidió que se quedara en una casa recién construida, llena de cemento, donde estaba aislada, no tenía luz y el pozo de agua estaba sucia.

“Nos dijeron que nos fuéramos por la playa, a orilla de mar, que estaba el sol bien caliente porque eran como las 12 o 1 de la tarde. Un señor iba detrás viéndonos y la policía que no nos fuéramos a ir a casa de mi abuelita, nos iban vigilando a larga distancia”.

Vecinos señalaron que el alcalde Javier Adame Montalván sostendría una reunión en la cancha con los habitantes, pero los del filtro sanitario lo increparon primero y platicó con ellos por varios minutos y después se retiró.

Dijeron que desconocen los acuerdos a los que llegaron el alcalde y los habitantes que mantienen el filtro sanitario; sin embargo, aseguran que la mayoría está inconforme de que una minoría del pueblo, encabezada por la comisaria, los haya incomunicado.