El alcoholismo: una enfermedad fatal

* Según la opinión de la psicoterapeuta, Doraliz Ávila, la letalidad del alcoholismo radica en que es una enfermedad disfrazada

* “Se disfraza de felicidad, de festejo, de equidad de género, de éxito, sin embargo termina, invariablemente, en desgracia, soledad, depresión y muerte”, expuso Doraliz, ante un grupo de Alcohólicos Anónimos en proceso de recuperación

FERNANDO SANTAMARÍA
ACAPULCO, GRO.

En el marco del décimo foro con profesionales, celebrado en el puerto de Acapulco por la Central de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, (CSGAA), la  psicoterapeuta, Doraliz Ávila, mediante una magistral exposición y apoyada en estadísticas oficiales, reveló cómo el alcoholismo, de manera sigilosa se ha convertido en una enfermedad letal.

La participación de Doraliz Ávila formó parte de una serie de exposiciones proyectadas a un nutrido grupo de “profesionales y empleadores” que se han convertido en aliados de la CSGAA en la tarea de rehabilitar a las personas, hombres o mujeres, que padecen de alcoholismo.

Esta alianza, sin fines de lucro y libre de toda contaminación monetaria, lleva como único fin “rescatar al borracho esté donde esté y en las condiciones en que esté, para que, mediante una labor de consejería, se puede mantener sobrio veinticuatro horas a la vez”, según las palabras de Everardo Domínguez Landa, presidente de la Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos.

La alianza con profesionales, según la concepción de los integrantes de la CSGAA, “es una forma excitante de llevar un mensaje al enfermo alcohólico, a través de terceras personas (los profesionales y empleadores), quienes les llevan información de que hay un lugar donde pueden superar su adicción a las bebidas embriagantes, es decir, el “profesional o empleador” se convierte en el eslabón que vincula al alcohólico con su centro de rehabilitación.

Además de ofrecer un banquete para agradecer su participación en el programa de recuperación de los Alcohólicos Anónimos, durante el foro con profesionales, los integrantes de la CSGAA, prepararon una serie de ponencias para sensibilizar a los presentes de la gravedad del alcoholismo, así como las experiencias exitosas de las personas que se han recuperado.

La Ponencia

de Dora

El anuncio del enunciado de Alcohólicos Anónimos, la descripción de un alcohólico y la descripción de la impactante realidad del alcoholismo, fue el marco perfecto para la exposición de la psicoterapeuta, quien advirtió que la letalidad del alcoholismo radica en que se han minimizado sus consecuencias, pues es una enfermedad que se presenta disfrazada de alegría, de festejo, de éxito, pero que al final de cuentas, se convierte en “una enfermedad fatal”.

“Cuando hablamos de enfermedad, todo mundo piensa en cáncer, en diabetes, en todo, menos en alcoholismo, ¿por qué?, porque se presenta disfrazada”, explicó Doraliz, colocándose un antifaz en el rostro.

Apoyada en una serie de diapositivas, la psicoterapeuta comenzó a desvelar a la letal enfermedad del alcoholismo, a veces disfrazada de un grupo de jóvenes mujeres quienes festejan con euforia, a veces disfrazada de un grupo de atletas quienes se embriagan con una costosa champaña para festejar el recién obtenido triunfo, a veces disfrazada de un grupo de jóvenes bohemios que festejan por el hecho de haberse conocido, disfrazada de cualquier cosa que implique dinero, belleza y poder.

Sin embargo, acotó Doraliz, cuando por fin cae el antifaz del alcoholismo, nos encontramos con un hombre o mujer que ha envejecido prematuramente; con un hombre o mujer que de la euforia pasó a la depresión; que de la libertad sublime provocada por las endorfinas liberadas en la borrachera, ahora se encuentran en la cárcel de la resaca y de la soledad.

Con estadísticas oficiales, Doraliz explicó que el alcohol es la droga más consumida en todo el mundo y que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el alcoholismo es el responsable de 3 millones 300 mil muertes al año, la mitad de las muertes que provocó el Covid-19 en todo lo que va de la pandemia (6 millones 294 mil 383).

Los jóvenes,

el diezmo

Según las estadísticas de la ONU, de los más de 3 millones de fallecidos a causa del alcoholismo, el diez por ciento corresponde a jóvenes (hombres y mujeres) de entre los 15 y 29 años de edad.

Además de ser el precursor por excelencia de trágicos accidentes automovilísticos, el alcoholismo es responsable de causar, de manera directa, alrededor de sesenta enfermedades.

Liberación femenina,

aumento de alcoholismo

Uno de los datos más relevantes que proporcionó la expositora, fue que en tan solo 5 años se duplicó el número de mujeres alcohólicas, lo que se relaciona directamente con la liberación femenina: “Una vez que la mujer comenzó a asumir la igualad de derechos, y sobre todo, una vez que la mujer comenzó a trabajar fuera de casa y a ganar dinero, el alcoholismo en mujeres comenzó a repuntar, pues ya no dependían de un gasto otorgado por sus parejas”.

El alcoholismo

y sus daños

Durante la exposición, Doraliz explicó que el alcoholismo, de manera exponencial, daña a por lo menos siete órganos del cuerpo humano: El cerebro, el hígado, el riñón, el estómago, la piel, los pulmones y el corazón.

En el cerebro se inhiben las funciones de la región frontal, por lo que se disminuye la memoria, la capacidad de concentración y el autocontrol.

La matabolización del alcohol en el hígado provoca nauseas, vómitos y dolo de cabeza; mientras que el riñón pierde agua y busca recuperarla de otros órganos, provocando que las meninges (membranas que cubren al cerebro) pierdan líquido y genere dolor de cabeza.

En el estómago el exceso de alcohol causa erosiones en la mucosa debido al etanol, aumentando el ardor en la medida en que se mezclan diversas bebidas.

La piel sufre un exceso de sudoración al aumentar el flujo de la sangre; mientras que en los pulmones el alcohol provoca una aceleración en la respiración, lo que puede provocar un paro respiratorio.

En el corazón aumenta la actividad y se acelera el pulso, el alcohol provoca la disminución del azúcar en la sangre, lo que provoca debilidad y agotamiento físico.

El alcohol y la

impotencia sexual

Una de las mejores maneras de demostrar que la enfermedad del alcoholismo siempre se disfraza es cuando se analiza la disfunción eréctil en los varones, puesto que al inicio de la parranda el alcohol le provoca euforia al alcohólico, sin embargo, al final, hace valer su principal propiedad, que es la depresiva, es decir, reduce toda la actividad del sistema nervioso central, debido al efecto de su principal ingrediente activo, el etanol.

Violencia,

soledad y muerte

Al final del ciclo de la enfermedad, lo que inició como una diversión, festejo o éxito, invariablemente termina en violencia intrafamiliar, pérdida de control, pérdida de la auto estima, pérdida de la responsabilidad en el trabajo, manifestación de vejez, manifestación de enfermedades, pérdida de la liberta y la muerte.

“Es precisamente en este umbral, en el umbral de la enfermedad y de la muerte cuando entra en acción la Central de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, quienes ya son toda una institución en la rehabilitación del enfermo de alcoholismo, quienes guían al enfermo a recuperar el territorio que ya habían perdido y, quienes les muestran a los alcohólicos que aun hay un lugar para ellos”, finalizó Doraliz.