Ministeriales detienen a comerciante en Ometepec, e intentan extorsionarlo

MIGUEL ÁNGEL SANTOS
OMETEPEC, GRO.

Jorge Ramírez Reyes, un comerciante del estado de Oaxaca acudió a la delegación regional de la Comisión de Derechos Humanos en Costa Chica, para levantar una queja contra 4 elementos de la Policía Ministerial adscritos a la comandancia de Ometepec, por haberlo detenido injustamente, intentar extorsionarlo y retenerle su documento de identidad.

Sin embargo, el funcionario de guardia encargado de atender a la ciudadanía, optó por sólo hacer un acta de acuerdo conciliatorio, en donde acudió el policía ministerial, Armando Hernández Bahena, a entregar la credencial de elector retenida, sin aceptar la acusación que le hacían a su grupo policiaco.

Correspondió al funcionario de Derechos Humanos, Eusebio Saldaña Moreno, hacer la entrega del documento al propietario, sin reconocer que le violentaron sus derechos humanos al ser detenido, e intentar extorsionarlo para que obtuviera su libertad.

Jorge Ramírez Reyes, originario del municipio de Tlaxiaco, Oaxaca, dijo que su presencia en el municipio es porque se dedica al comercio, pero en el trayecto a Tlacoachistlahuaca fue detenido el taxi de servicio público donde viajaba, por elementos de la Policía Ministerial, quienes habían instalado un retén en el punto conocido como Dos Cruces, en la carretera Ometepec-Xochistlahuaca.

Eran las 6:30 de la mañana cuando lo detuvieron y lo trasladaron a la comandancia de Ometepec, con el argumento de que tenía orden de aprehensión.

Más tarde, sus compañeros de viaje recibieron una llamada de un elemento ministerial, solicitando la cantidad de 10 mil pesos al inicio, al final quedó en que reunieran 5 mil pesos para que fuera liberado.

Al final los ministeriales optaron por dejarlo ir con la única condición de que consiguiera 500 pesos, para ello le retuvieron su credencial de identificación, señalando que la cantidad era por concepto del traslado que le hicieron del punto de detención a la comandancia.

Fue por ello que acudió con el director municipal de Reglamentos, Simón Aparicio, quien solicitó asesoría jurídica del equipo de abogados del Ayuntamiento y le recomendó que acudiera a la delegación de Derechos Humanos para levantar una queja por privación de libertad.

Al final señaló que es la primera vez que acude a una oficina de Derechos Humanos, y se va muy decepcionado por la atención que brindan.

“El funcionario nunca inspiró calidez humana, al contrario, había más temor, fue por ello que lo único que deseaba era recuperar su credencial y las hojas donde le tomaron sus huellas dactilares, las cuales nunca le entregaron”.