En Las Garzas hay enfermedades por muerte de miles de mojarras

*Ninguna autoridad se ha acercado a dialogar con los pescadores afectados, al secarse la presa Andrés Figueroa

ROGELIO AGUSTÍN/SNI
AJUCHITLÁN, GRO.

Ante la contaminación que generan cerca de 300 toneladas de mojarras muertas, que permanecen a la intemperie en la presa Andrés Figueroa, los habitantes de la comunidad de Las Garzas, municipio de Ajuchitlán del Progreso comenzaron a sufrir enfermedades estomacales, por lo que insistieron en la necesidad de que los tres niveles de gobierno les presten atención.

Cristian Díaz Piedra, uno de los pecadores afectados por la sequía que por primera vez dejó a la presa Andrés Figueroa, ubicada en la comunidad de Las Garzas al nivel mínimo, señaló que de acuerdo con la estimación de los lugareños, hay más de 300 toneladas de mojarras muertas.

“Primero se calentó el agua y comenzaron a morir, pero cuando la presa se secó completamente la situación ya fue desastrosa”, aseguró el cooperativista.

Indicó que junto con las mojarras se murió la única actividad productiva que tienen, por lo que los jefes de familia han salido a las comunidades y municipios cercanos para solicitar trabajo, pero en casi todos los casos la situación es similar, no hay oportunidades para contratarse.

Hasta este lunes, ninguna autoridad, ya sea municipal, estatal o federal había establecido comunicación con los habitantes de la zona para enterarse del problema y buscar alguna alternativa de solución.

Para este lunes, por lo menos tres habitantes comenzaron a sufrir enfermedades estomacales, razón por la que acudieron al doctor y tras la evaluación de rutina, fueron informados de que el padecimiento está relacionado con la contaminación que prevalece en el lugar, a partir del proceso de descomposición que ya registran los peces muertos.

“Son tres los que han ido al doctor, pero hay más vecinos que nos dicen que se les va el hambre, que no se sienten bien por el hedor que prevalece en la comunidad, estamos a dos kilómetros de la presa y las mojarras se están pudriendo al aire libre”, señaló Díaz Piedra.

Solicitó que las autoridades sanitarias acudan al lugar, para buscar la manera de liberar a la presa de los desechos, pues la Comisión Nacional del Agua (CNA) ya selló las compuertas de la presa y el agua poco a poco comenzó a subir, de tal muerte que pronto estará llegando a la zona donde se encuentra el grueso de los peces muertos y lo que se tendrá es un problema más grave de salud y de contaminación.

Para estas alturas ya se comenzaron a morir algunas cabezas de ganado vacuno y caprino, pues la poca agua que rescatan de un solo manantial solamente la utilizan para preparar alimentos, lavar trastos y algo de higiene personal.

La situación de alerta en la zona crece, por lo que insistieron en que las autoridades deben voltear a verlos.