Con despliegue militar familias vuelven a Zihuaquio

*En enero de 2020, sicarios del CJNG los hicieron huír y abandonar sus viviendas

*Las fábricas de mezcal, que son su principal fuente de ingreso, también fueron destruidas

JUAN MANUEL MOLINA/QUADRATÍN
COYUCA DE CATALÁN, GRO.

 Pobladores de Zihuaquio que huyeron por la violencia en su comunidad desde el 26 de enero de 2020, regresaron a sus viviendas en medio de un fuerte despliegue militar.

Durante la jornada del sábado 19 de marzo, después de un mes de que el Ejército Mexicano recuperara la zona e instalara un campamento militar, fue como más de 100 personas regresaron a habitar el poblado.

El 26 de enero de 2020, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) disparó desde los cerros durante dos días en ese poblado, lo que obligó a que las familias abandonaran sus viviendas.

Sin embargo, aún con el llamado de auxilio fue hasta el tercer día que los pobladores pudieron abandonar el lugar, después de que militares y policías acudieran en su apoyo.

Las más de 300 personas que abandonaron el pueblo y otras de los alrededores se refugiaron en Altamirano, Vallecitos de Zaragoza, en Zihuatanejo, y hasta en ciudades ubicadas en la frontera con Estados Unidos.

En diciembre del año pasado, los pobladores exigieron a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda que estableciera un plan integral orientado a regresar a su comunidad.

Dos días pasaron para que su llamado fuera escuchado e iniciaron las pláticas con la Secretaría de Gobierno.

La mayoría de los desplazados se concentró en Vallecitos de Zaragoza, de donde salió una caravana de unos 20 vehículos rumbo a Zihuaquio, bajo el acompañamiento de la Guardia Nacional, Ejército, Policía Estatal y Ministerial.

De los pobladores que regresaron, se encuentran cerca de 30 niños, los más pequeños, bebés de un año de edad.

El poblado estaba totalmente desierto, con casas quemadas, baleadas y saqueadas.

Las imágenes religiosas fueron incendiadas, al igual que en un cuarto utilizado para el sacerdote en turno.

Las fábricas de mezcal, que son su principal fuente de ingreso, también fueron destruidas. La llegada para los pobladores significó empezar de cero.