Urgen leyes secundarias sobre asignación de recursos de pueblos originarios y afromexicanos

El secretario para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos consideró que el Congreso Local debe avanzar en ese tema
ROSARIO GARCÍA OROZCO
SNI/CHILPANCINGO, GRO.
El secretario para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos (Sedepia), Abel Bruno Arriaga, consideró urgente que el Congreso del Estado avance con las leyes secundarias tras la armonización del Artículo Segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en torno a los derechos de esos sectores de la población.
Mencionó que se requiere contar con las leyes secundarias, para hacer efectivo lo que señala el Artículo Segundo respecto a un presupuesto que pueden manejar los pueblos indígenas y afromexicanos, «que ya se aplica desde el gobierno federal, pero la reforma deja de tarea a los estados también destinar un recurso para ese sector poblacional, lo que tiene que reglamentar el Congreso Local en leyes secundarias».
Agregó que también está pendiente reglamentar la representación política de los pueblos indígenas y afromexicanos en los ayuntamientos, «tenemos 39 municipios indígenas y 6 afros, en los que debe existir representación de hombres y mujeres indígenas y afromexicanos según corresponda, pero que no son regidores, sino que de momento son sólo representantes».
Por lo que se requiere que el Congreso Local avance en las leyes secundarias que determine esas representaciones políticas en los cabildos, «de tal manera que en los ayuntamientos haya voces indígenas y afros que velen por los intereses de esos sectores».
Mencionó que sí se han reunido con los diputados locales, pero sólo para la armonizacion del artículo segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que confío en que pueda haber pronto encuentros con los legisladores y dar inicio al proceso de las Leyes Secundarias, «forma parte de los pendientes que tenemos para trabajar de manera colectiva con el IEPC, el INPI, Congreso del Estado y Sedepia».