Esperan que Aguilar no se convierta en “un rostro indígena más al servicio del sistema”

*Activistas indígenas y afromexicanos de Guerrero celebran el triunfo de Aguilar Ortiz como próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

*Pese al optimismo, advierten que la verdadera justicia intercultural aún enfrenta grandes obstáculos estructurales y políticos

YENER DE LOS SANTOS
REPORTE GUERRERO

Diversas organizaciones indígenas y afromexicanas de Guerrero manifestaron su respaldo al abogado oaxaqueño Hugo Aguilar Ortiz, quien resultó electo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tras obtener el mayor número de votos en la elección judicial del pasado 1 de junio, con apenas el 5.3 por ciento de los sufragios.

Durante una conferencia de prensa realizada este jueves, un grupo de activistas encabezados por Felicitas Martínez Solano y Carlos de Jesús Alejandro valoraron la llegada de Aguilar Ortiz como una oportunidad histórica para avanzar hacia una verdadera justicia intercultural en el país.

“El nombramiento de Hugo Aguilar representa una esperanza para los pueblos indígenas, pero también una responsabilidad mayúscula. Esperamos que no se convierta en un rostro indígena más al servicio del sistema”, expresó de manera crítica Martínez Solano, defensora nahua con amplia trayectoria en la región.

Carlos de Jesús Alejandro anunció que en los próximos días buscarán un acercamiento con el nuevo presidente de la SCJN para presentarle una agenda urgente, centrada en la revisión de concesiones mineras entregadas sin consulta en territorios indígenas y en la armonización de las leyes locales con los tratados internacionales en materia de derechos indígenas.

Uno de los temas más sensibles, destacó Martínez Solano, será la exigencia de justicia para casos emblemáticos como los de Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Cantú, mujeres indígenas me’phaa violadas por soldados del Ejército en 2002, cuyos casos siguen marcados por la impunidad a pesar de las sentencias de la Corte Interamericana.

Ambos líderes comunitarios coincidieron en que, aunque la reforma judicial no garantizó una representación indígena real ni contempló mecanismos propios de elección desde los pueblos originarios, la elección de Aguilar Ortiz fue un acto de resistencia simbólica dentro de un proceso institucional viciado.

“El sistema judicial sigue siendo profundamente ajeno a nuestras realidades. Hugo Aguilar no fue el candidato favorito del aparato político, pero logró ser electo gracias al voto consciente de personas que se identifican como indígenas. Ahora, tiene el reto de no defraudarnos”, advirtió de Jesús Alejandro.

La llegada de un indígena a la presidencia de la Corte Suprema podría interpretarse como un avance, pero también obliga a no bajar la guardia. El riesgo de cooptación y simulación sigue latente, y para los pueblos originarios la justicia no debe ser solo representativa, sino transformadora.