Aguirre: “Jamás” dio orden de destruir videos del Caso Ayotzinapa
*El ex gobernador confía en que la magistrada en retiro, Lambertina Galeana Marín habrá de aclarar los señalamientos que se le imputan
*“Estoy en paz”, dice a quienes lo acusan y adjudican la decisión de destruir los videos captados en Palacio de Justicia
*Analizará la posibilidad de proceder legalmente
ROGELIO AGUSTÍN/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
El ex gobernador Ángel Aguirre Rivero aseguró que nunca tuvo conocimiento de la existencia de los videos captados por las cámaras de vigilancia del Palacio de Justicia de Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014, por lo que “jamás” dio alguna instrucción relacionada con la destrucción de dicho material.
La tarde del jueves 15 de mayo, el ex gobernador de Guerrero utilizó sus redes sociales para fijar postura respecto a la detención de la magistrada en retiro Lambertina Galeana Marín, quien fuera presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en el tiempo en que se suscitó el ataque contra los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, derivando en el asesinato de seis personas y en la desaparición de 43.
En un texto que consta de cinco puntos, Aguirre Rivero plantea: “Nunca tuve conocimiento de los videos que se dice destruyó la entonces presidenta del Tribunal Superior de Justicia”, señala en el primer apartado.
En el segundo viene el deslinde: “En consecuencia, jamás di alguna instrucción sobre el manejo de dicho material probatorio”.
En el tercero manifiesta que tiene la confianza de que la magistrada en retiro “habrá de aclarar a cabalidad los hechos que se le imputan y desmentir los señalamientos dolosos que se han vertido en torno a mi persona”.
En el cuarto punto, se refiere a una nota informativa publicada este jueves en el periódico El Universal, firmada por el columnista Salvador García Soto, “quien insinúa que el día en que acontecieron los lamentables hechos de Iguala, el suscrito se encontraba en las oficinas de Protur del puerto de Acapulco, nada más alejado de la realidad”.
En esa parte, solicitó a la Fiscalía General de la República se recaben las sábanas de llamadas (geolocalización) de su equipo de telefonía celular, “a efecto de establecer fehaciente e indubitablemente dónde me encontraba. Asimismo, me reservo el derecho de ejercer las acciones legales que correspondan ante las autoridades competentes por daño moral”.
Y en el quinto punto manifiesta su disposición de colaborar con las instituciones que se encargan de la investigación sobre el caso Iguala, “con todo aquello que esté a mi alcance”.
Y cierra: “Estoy en paz y con mi conciencia tranquila. La verdad, tarde o temprano, saldrá adelante”.
