GIEI: Autoridades, policías y militares participaron en Caso Ayotzinapa

*El GIEI presentó su último informe sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa

*Recalcan que participaron policías de todos los niveles: municipal, estatal, ministerial y federal, así como militares. La Marina manipuló escenarios

*Órganos de inteligencia del Estado supieron minuto a minuto, con monitoreo en tiempo real, el paradero de los jóvenes. Marina y Sedena hicieron detenciones y cometieron actos de tortura

LIDIA ARISTA
EXPANSIÓN

A prácticamente nueve años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) reveló que la Marina y el CISEN fueron actores clave en la creación de la llamada “verdad histórica” y denunció que la Secretaría de la Defensa Nacional no entregó información relevante para conocer el paradero de los normalistas.

“Sabemos que miembros de la Marina detuvieron y torturaron a varios detenidos y, en base a esa tortura, se hizo la llamada ‘versión histórica’, en base a esas declaraciones, junto con SEIDO y la PGR. Tuvimos información de que realizaron un operativo de inteligencia de carácter reservado desde días siguientes a los hechos con un grupo especial de inteligencia del que hasta ahora no hemos conocido casi nada, llevando a cabo detenciones y torturas”, explicó Carlos Beristain.

Este martes 25 de julio, los dos integrantes del GIEI presentaron su sexto y último informe de actividades, titulado «Hallazgos, avances, obstáculos y pendientes”, pues decidieron dejar el país y la investigación.

El video

Beristain destacó que hay un video que se mantenía en secreto sobre la presencia de elementos de la Marina en el escenario de la llamada «verdad histórica»: en el basurero de Cocula y el Río San Juan.

“Hubo una intervención previa de la Marina que no había sido contada y que encontramos en un video secreto, estaba registrado bajo secreto. También hemos visto la intervención de la Marina sobre el Río San Juan, ¿se acuerdan de los buzos que habían descubierto una bolsa el día 29? Bueno, lo que hemos conocido ahora con información proporcionada también por la propia Marina, la Marina estuvo ahí desde el día 27, no el día 29, sino el día 27, intervino de forma ilegal el escenario del Río San Juan dos días antes de lo establecido”, destacó.

Autoridades

participaron

En la desaparición de los jóvenes participaron autoridades de todos los niveles de gobierno, lo que incluye Ejército, órganos de inteligencia del Estado así como policías estatales y municipales.

«El informe muestra los distintos niveles de implicación y responsabilidad de todas las corporaciones del estado en la desaparición de los jóvenes», aseguró Beristain.

Autoridades de diferentes niveles y que estaban en funciones cuando ocurrió la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa supieron en todo momento lo que había sucedido con ellos, pero ocultaron y manipularon la información, concluyó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), el cual dio a conocer hoy 25 de julio de 2023 su último informe sobre el caso.

«Todos colaboraron para desaparecerlos», acusó Carlos Beristain, experto del GIEI, quien junto con la penalista Ángela Buitrago dio a conocer a periodistas nuevos hallazgos de sus investigaciones, previo a la presentación del sexto y último informe del grupo.

Marinos, miembros del Ejército, policías, autoridades locales y estatales, así como órganos de inteligencia del Estado supieron minuto a minuto, con monitoreo en tiempo real, el paradero de los jóvenes, pero obstaculizaron información y construyeron una versión falsa de los hechos, consideró el GIEI.

Concluyó, de acuerdo a su investigación, que marinos y militares habrían manipulado información relevante del caso en operaciones conjuntas que mantuvieron en secreto y reveló la existencia de videos donde se muestra cómo son amenazados, torturados y esposados presuntos involucrados en el caso.

Desde que ocurrieron los hechos en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre del 2014, padres de los estudiantes y sus abogados han acusado al Ejército y fuerzas de seguridad de ocultar información e, incluso, de estar directamente vinculados en la desaparición de los jóvenes.

Beristain precisó que los policías municipales de Iguala actuaron en el escenario de la detención y desaparición de los jóvenes. La policía estatal y federal estuvieron en el escenario del palacio de justicia mientras “todo estaba sucediendo”, en tanto que la policía ministerial recorrió todas las escenas del crimen.

Ángela Buitrago, por su parte, afirmó que, aunque se dijo que el Ejército y Policía Federal no tuvieron información sobre los hechos, es mentira.

«Hemos oído a través de las diferentes narraciones y entrevistas que el Ejército no tenía conocimiento, que la Policía Federal no conoció, que los estatales no sabían qué estaba pasando porque se concentraron en el Cereso», comentó la experta.

Sin embargo, dijo que a través del C4 hubo comunicación constante y así lo demuestra un universo de 500 llamadas analizadas.

«Hemos escogido 500 llamadas, que es el periodo crítico entre las 8:00 de la noche del 26 de septiembre y las 6:00 de la mañana del 27 de septiembre. Aquí tenemos una relación permanente entre el C4 y Sedena, esa relación permanente de llamadas es un flujo bidireccional, llamadas del C4 hacia Sedena y llamadas de Sedena hacia el C4», explicó.

Agregó que en todo momento hubo información sobre la llegada de los estudiantes, la toma de los autobuses y los disparos.

«Reportes cada tres, cada cuatro, cada cinco minutos de la comunidad de Iguala reportando eso. Sedena reporta a sus subalternos, entre esos a los órganos de búsqueda de inteligencia que estaban haciendo actividades en las zonas de las desapariciones de los muchachos», agregó.

Cisen, presente

Además, señalaron que como sucedió con elementos de la Mariana que se involucraron en la desaparición después de los hechos, y participaron en interrogatorios en los que incurrieron en actos de tortura, el CISEN también participó de las torturas.

Ángela Buitrago explicó: “Un testigo protegido que dio su testimonio al GIEI identificó a este agente del CISEN como F., proporcionando incluso su teléfono, lo cual debe aún ser investigado.

Sin embargo, según el testigo, el agente del CISEN no se retiró por amenazas, estuvo en la calle Juan N Álvarez junto a algunos periodistas todo ese tiempo, y fue testigo del segundo ataque en la calle Juan N Álvarez a las 00h30 de la madrugada del día 27, cuando los jóvenes de Ayotzinapa, se encontraban realizando una rueda de prensa, y donde resultaron dos normalistas muertos y varias personas heridas, algunas de gravedad”, comentó a su vez Carlos Beristain.

Beristain solicitó en ese sentido que la Fiscalía debería llamar a declarar, por ejemplo, a Miguel Ángel Osorio Chong, quien en ese entonces era Secretario de Gobernación y responsable del CISEN. “El hecho de que había un agente del CISEN en un lugar donde se había llevado a cabo la desaparición forzada no lo sabíamos, lo supimos hace unos meses por un testigo que nos lo contó, nos dio el nombre el nombre, nos dio el teléfono, y ahora está en manos de la Fiscalía para que lo busque, para que investigue, es una persona conocida que sigue trabajando en Iguala”, comentó a su vez Carlos Beristain.

En el informe se ahonda que testigos locales señalaron al GIEI que en la zona del Palacio de Justicia, en donde se registraron ataques contra los normalistas que desaparecieron y en donde se destruyeron videos, había un agente del CISEN “F” quien estuvo observando y reportando lo que sucedía a sus superiores, así como que a 200 metros del escenario del Palacio de Justicia se encontraba la sede del CISEN.

El 26 de septiembre de 2014, este agente dio cobertura a las actividades de los normalistas de Ayotzinapa, según el reporte, y se dirigió a la calle Juan N Álvarez, ubicada en la colonia del mismo nombre donde ocurrieron los hechos. Según un documento de esta agencia, “hizo un recorrido a pie en dos ocasiones, pero los policías municipales lo intimidaron y amenazaron, obligándole a retirarse del lugar, por lo que de los hechos se reportó lo que por seguridad se estaba en posibilidad de cubrir.

“Sin embargo, según el testigo, el agente del CISEN no se retiró por amenazas, estuvo en la calle Juan N Álvarez junto a algunos periodistas”, reiteraron.

Por otra parte, el equipo del CISEN, que según la información oficial contaba con cinco miembros en esa época, tenía una sede que testigos de Iguala señalan que se encontraba muy cerca del lugar del ataque al otro bus Estrella de Oro 1531 cerca del Palacio de Justicia, por lo que el Grupo de Expertos apunta que “muy probablemente tenía información sobre dichos hechos”.

De hecho, añade el informe, “en el documento enviado por el CNI (el actual Centro Nacional de Inteligencia) se incluye que el bus que trató de salir hacia Chilpancingo fue detenido a la altura del Palacio de Justicia, donde quedó la unidad con las llantas ponchadas, logrando darse a la fuga alrededor de 40 estudiantes, quienes se encuentran dispersos en campo abierto’. Sin embargo, al parecer dicho reporte mezcla dos situaciones distintas. Como es sabido, del bus que quedó destruido bajo el puente frente al Palacio de Justicia todos los jóvenes fueron detenidos y desaparecidos, y del quinto bus que fue detenido cerca de él, los jóvenes que viajaban fueron bajados por la Policía Federal y salieron huyendo hacia la Colonia Pajaritos y una colina cercana”.

Otros documentos del CISEN proporcionados por las autoridades y revisados por el GIEI sobre actividades de los estudiantes que eran seguidas por este Centro de Espionaje incluyen una Descripción de los hechos, un apartado de Observaciones, análisis de los hechos, y de prospectivas, “es decir implicaciones para seguridad en el futuro, riesgos, monitoreo a realizar. Sin embargo, ningún informe con esas características de esos días o de los siguientes ha sido proporcionado por el CISEN o el CNI”.

Operaciones

secretas

La experta Ángela Buitrago explicó que documentos, fotografías y testimonios también relevaron que miembros de las secretarías de Marina y Defensa Nacional (Sedena) realizaron operaciones secretas en las que detuvieron a cinco presuntos criminales, hasta ahora desaparecidos, y la posible ejecución extrajudicial de otros dos detenidos.

El GIEI no dijo quiénes podrían haber matado a esos dos detenidos ni explicó cómo llegaron a la presunción de que habrían sido ejecutados.

“Dos personas murieron en esos operativos. No se ha sabido quiénes son, o cuáles son, sólo tenemos una fotografía de un documento de una fuente confidencial”, expuso.

“Se ven dos cuerpos con vendas en las manos, y confirmamos por otra fuente que en los operativos de la Marina hubo dos muertos. Eso está en un reporte oficial de actividades”.

A estos dos individuos que fallecieron como producto de la tortura provocada por la Marina, el experto indicó que pudieron haber otros cinco “que no se llegaron a consignar” y cuyo paradero se desconoce.

El informe señala que los expertos documentaron discrepancias en archivos internos de Sedena en los que se reportó el hallazgo del cadáver del estudiante Julio César Mondragón, quien fue desollado la noche del ataque en Iguala, lo que, según el reporte, abre serias dudas sobre la posible manipulación del cuerpo.

Al respecto, según el documento, la Sedena respondió al GIEI, que concluye su acompañamiento en las investigaciones del gobierno el 31 de julio, que las diferencias de hora, lugares y batallón que informó sobre el hallazgo de Mondragón fueron registradas con un «error involuntario».

Denuncian

obstáculos

En su informe, ambos investigadores denunciaron que, a pesar de la voluntad política para indagar sobre este caso, cuando se ha llegado al “núcleo duro” se trata de ocultar información por parte de las altas instituciones del Estado.

“Nos sentimos con frustración. Hemos hecho un esfuerzo hasta el límite de trabajar con todo lo que teníamos por superar, los obstáculos en las diferentes fases que nos ha tocado”, resaltó Beristain.

Afirmó que llegaron hasta el límite con lo que tenían y con lo que se les permitió.

«No hemos tenido acceso a esa información, entonces para nosotros no hay condiciones para seguir. Si no tenemos la información, ¿qué vamos a hacer?, ¿con qué vamos a trabajar?, ¿con qué cosas vamos a seguir empujando hacia la verdad? Esa información se necesita, no solamente la necesitamos nosotros, la necesitan los representantes, los padres, las madres y la necesita el país para poder esclarecer un caso que toca aspectos estructurales del funcionamiento de las instituciones y aspectos estructurales de la impunidad en el país», afirmó Beristain.

Uno de los obstáculos que encontraron –detalló– fue la resistencia de la Secretaría de la Defensa Nacional a entregar información clave para la investigación, a pesar de que el propio presidente pidió abrir cualquier tipo de archivo.

Los expertos advirtieron que la Sedena se movilizó la misma noche de los hechos de diferentes formas.

«Con datos de telefonía se muestra la movilización y la intensidad de las comunicaciones, que contrasta con las declaraciones que se presentaron», indicó Carlos Beristain.