Reyes e Ibarra, sin calidad moral para cuestionar proceso electoral en la UAGro

*Son personajes que han lucrado con procesos electorales, acusa Frente por la Defensa de la Autonomía de la universidad

*Guerrero no necesita una universidad violenta, señaló el catedrático José Luis Ramírez

MARCIAL CAMPUZANO
CHILPANCINGO, GRO.

Tras señalar que Guerrero no necesita una universidad violenta, el Frente por la Defensa de la Autonomía Universitaria de la Universidad Autónoma de Guerrero, sostuvo que el ex rector Ramón Reyes Carreto y el maestro de la Facultad de Derecho, Román Ibarra, no tienen calidad moral para cuestionar el proceso electoral para rector, porque el primero lucró y aprovechó sus relaciones para acomodar a familiares incluida su esposa en espacios universitarios, mientras que el segundo “ha tenido como pareja” a sus alumnas.

Además, los integrantes de esa organización que hace vida al interior de la máxima casa de estudios, reiteraron que no permitirán la injerencia de personas ajenas a la universidad en el proceso electoral, y recalcaron que esa institución va por el camino correcto con superación académica y sin conflictos que pongan en riesgo la gobernabilidad interna.

En conferencia de prensa que ofrecieron esta mañana en la capital del estado, el catedrático Oscar Ramírez Hernández dijo que son infundados los comentarios que han hecho trabajadores que pertenecen a otros grupos que hacen vida al interior de la universidad, en torno al proceso electoral para rector.

Ante los descalificativos que algunos sectores han hecho en torno al proceso electoral, el maestro señaló que es racional la democracia que hay en la Universidad Autónoma de Guerrero. “Es una democracia razonada que tiene como armonía principal construir, y de acuerdo a la Constitución Política federal la Universidad Autónoma de Guerrero tiene la facultad para gobernarse”.

Manifestó que es lamentable que un grupo de universitarios que ha cuestionado el proceso electoral, que está integrado por el ex rector Ramón Reyes Carreto, y el catedrático de la Facultad de Derecho Román Ibarra, no hablan con la verdad y sólo dicen cosas a medias con el ánimo de generar confusiones.

El maestro dijo que fue el ex rector Ramón Reyes Carreto quien en su calidad de coordinador de la Comisión del Quinto Congreso General Universitario, propuso establecer candados en los estatutos de la universidad “para que ningún politiquillo” de la máxima casa de estudios aspire a ocupar el cargo de rector.

El maestro Oscar Ramírez narró que en ese Congreso el ex rector propuso que todo aspirante a rector, debería contar con el respaldo de por lo menos 40 consejeros universitarios para registrarse. Finalmente quedó como requisito que quien aspire a rector, debe contar con el apoyo de cuando menos 25 consejeros, “que ahora Ramón Reyes Carreto cuestiona y rechaza”.

Estos universitarios “se jactan de hablar de principios y valores, cuando en la realidad ellos han obtenido beneficios personales por parte de la institución”, afirmó.

Por su parte el maestro Carlos Iván Ramírez dio el calificativo de malinchistas a los universitarios que cuestionan el proceso electoral. Denunció que el en el Cuarto Congreso Universitario el catedrático Román Ibarra propuso disminuir el voto de los estudiantes atentando contra la democracia, “y alegaba que sólo los universitarios de nivel licenciatura podían opinar acerca de la universidad, y que sólo los maestros del nivel superior eligieran a las autoridades”.

“Hoy pelea por la democracia universitaria alegando que todos pueden ser candidatos a rector, y se le olvida que es él quien ha intentado minar ese derecho”, agregó.

“Hoy en la universidad hay una democracia que tal vez no les conviene a ellos porque no tienen trabajo, por eso atacan a los que hoy defienden la autonomía universitaria”, indicó.

El maestro Raúl Guzmán recordó que hace 20 años las elecciones en la universidad eran complicadas, había mucha violencia y confrontaciones; después de las elecciones quedaban los sinsabores con lo que la universidad era objeto de señalamiento por parte del Estado y por gente externa.

Recordó que Ramón Reyes Carreto fue rector de la universidad “en medio de un proceso electoral en el que hubo balazos, porque hubo un escandaloso fraude electoral con el que derrotó al maestro Rafael Aréstegui Ruiz. Con ello se hizo de la Rectoría a golpes y palos”.

También señaló que fue Ramón Reyes Carreto quien propuso que cada candidato a rector tuviera el respaldo de 40 consejeros universitarios, para que no cualquiera ocupara el cargo, que finalmente quedó en 25 consejeros que es un requisito que ahora cuestiona y pide que sea anulado.

Denunció que el ex rector Ramón Reyes Carreto recibe una compensación económica como si fuera director de una escuela y no lo es, “ni siquiera es consejero universitario. Además tiene familiares metidos en la universidad que fueron favorecidos con los procesos electorales pasados”.

La maestra Artemisa Martínez dijo que quienes cuestionan los procesos electorales sólo lo hacen para beneficiarse. Citó el caso de la doctora Raquel Catalán Salgado de la Preparatoria 29 de Tixtla, “quien se aprovecha de las cuestiones políticas que hay en la universidad para beneficiarse; lo mismo ocurre con Marilú Valle Torres quien es esposa del ex rector Ramón Reyes Carreto.

También citó el caso de la maestra de la Facultad de Derecho Guadalupe Hernández de la Cruz, a quien describió como “una cacique electoral porque ha beneficiado a toda su familia”, son maestras que no tienen el perfil para dar clases, “son compañeras que por presiones, por amenazas de ponerse en huelga y brincarse el Contrato Colectivo de Trabajo han logrado recategorizaciones”.

Señaló que el catedrático Román Ibarra ha tenido como pareja sentimental “a sus propias estudiantes, sabemos que cuando fue secretario general de la universidad había escándalos en esa oficina donde hubo hasta golpes”.

El doctor José Luis Ramírez dijo que hay universitarios que quieren arrastrar a la universidad a la violencia que se registra en algunas partes del estado. Afirmó que atrás quedaron los tiempos en que la universidad violentaba a la sociedad por las acciones públicas que realizaron los universitarios.

“En vez de que se prenda lumbre en los espacios académicos, debemos seguirlos impulsando para contribuir al clima de paz del que tiene necesidad el pueblo de Guerrero y el país; Guerrero necesita gente que ame la paz, la tranquilidad, la responsabilidad, la ética y el desarrollo de su sociedad”, indicó.

Guerrero no necesita violencia, necesita una universidad que desarrolle su proceso en paz con armonía, con tranquilidad, “con respeto no solo entre nosotros, sino un respeto hacia la sociedad de Guerrero y que vea el país que no nos gusta la violencia, y no vamos a permitir ninguna injerencia externa”.