Presionan a congresos a aprobar la despenalizacion del aborto y matrimonios igualitarios

ROSARIO GARCÍA OROZCO
SNI/CHILPANCINGO, GRO.

La diputada local, Julieta Fernández Márquez aseguró que los congresos de los estados se ven forzados por organismos internacionales a aprobar la despenalización del aborto y los matrimonios igualitarios.

Lamentó que, en el caso de la legalización del aborto, las mujeres, que de por sí sufren de distintas violencias, se vean en la disyuntiva de abortar o criar a su pequeño cuando resultan embazadas, «es otro sufrimiento para ellas decidir si tienen a ese pequeño o lo abortan, es una decisión personal pero difícil, un hecho que no debe ser normalizado, ni tomado como un método anticonceptivo, que sea una salida fácil sobre todo para las adolescentes».

Apostó a una política de prevención de embarazos entre los adolescentes y jóvenes para evitar que trunquen su desarrollo y proyectos de vida, y pidió mayor conciencia entre los integrantes de ese sector , «porque dos o 3 abortos en un año puede generar que sean estériles y con mucha depresión, por eso no debiera normalizarse el aborto».

La diputada local priista dijo que el gobierno federal cuenta con un presupuesto anual de 9 mil millones de pesos, «y ya sabemos que tan solo en la Ciudad de México se gastan 40 millones de pesos en la compra de pastillas para ese objetivo (los abortos), y también hay clínicas que promueven ese servicio y son promocionadas y ofrecen el servicio de aborto entre 3 mil 500 y 6 mil pesos, todo esto genera un comercio de matanza de niños».

Julieta Fernández insistió en que desde las organizaciones internacionales se presiona a los gobiernos nacionales a través del Fondo Monetario Internacional para que se aprueben esas acciones, no sólo la legalización del aborto, sino los matrimonios igualitarios, para poder apoyarlos.

Sin dar nombres, refirió que «se trata de empresas internacionales que hacen negocios con la vida de las personas, y estamos en desacuerdo, no debe normalizarse esa práctica», por el contrario, dijo, se necesita «un programa cien por ciento preventivo, en el ámbito educativo y en el seno familiar, porque en todos lados se debe hablar de la prevención del embarazo y de la sexualidad responsable», finalizó.