Exhorta arzobispo a diputados a defender la vida desde la concepción

KARLA GALARCE SOSA
QUADRATÍN ACAPULCO

El arzobispo del puerto Leopoldo González González llamó a reconocer la necesidad de una mayor presencia de las mujeres en la política, en el trabajo y en las organizaciones.

Durante la lectura del comunicado quincenal esta mañana, el prelado católico pidió mayor cercanía con las madres víctimas de las violencias, de quienes dijo, “sufren el gran dolor de haber perdido o no saber de alguno de sus hijos”.

Afirmó que se requiere “mayor presencia (de mujeres) en la sociedad, tanto en la política, como en el trabajo y en las organizaciones, ahí donde la humanidad escribe la historia, y nos alegra que haya crecido tanto su presencia”.

También exhortó a los diputados a defender o vida desde la concepción,  a tres días de se reanude la discusión de la iniciativa de decreto por la que se modifican disposiciones del Código Penal de Guerrero, para despenalizar la interrupción del embarazo.

Añadió que la mujer es insustituible en el hogar, en la educación de los hijos y la transmisión de la fe e indicó que un mundo que mira al futuro sin mirada materna es miope.

Al final hizo referencia al Documento de Aparecida que exhorta el papel de la mujer en el rol de familias tradicionales.

“Urge valorar la maternidad como misión excelente de las mujeres. Esto no se opone a su desarrollo profesional y al ejercicio de todas sus dimensiones, lo cual permite ser fieles al plan originario de Dios que da a la pareja humana, de forma conjunta, la misión de mejorar la tierra”.

Y acota con una cita del papa San Juan Pablo II: “Hablando del trabajo con relación a la familia, es oportuno subrayar la importancia y el peso de la actividad laboral de las mujeres dentro del núcleo familiar. Esta actividad debe ser reconocida y valorada al máximo”.

No hay que temer la confrontación con ningún trabajo profesional, prosiguió.

“Esto hay que afirmarlo claramente, no menos de cómo se reivindica cualquier otro derecho relativo al trabajo. La maternidad con todos los esfuerzos que comporta, debe obtener también un reconocimiento económico igual, al menos, que el de los demás trabajos afrontados para mantener la familia en una fase tan delicada de su existencia”.