No va Mario Moreno por la dirigencia del PRI, se retira «por dignidad»

*A pesar de lo anterior, Moreno Arcos indicó que no será factor de división en el PRI

ÁNGEL GALEANA/RÉPLICA
CHILPANCINGO, GRO.

Mario Moreno Arcos anunció que no se registrará como aspirante a la dirigencia estatal del PRI al considerar que no hubo piso parejo ni condiciones para participar en el proceso de renovación en la presidencia y secretaría general, por lo que Alejandro Bravo Abarca y Pilar Badillo Ruiz será la única fórmula, y por tanto, los próximos dirigentes del partido.

En un mensaje en facebook esta mañana, Moreno Arcos definió su postura a horas de que inicie el registro de aspirantes a la dirigencia priista, señalando que la única alternativa que encontró fue la de retirarse con dignidad.

“He tomado la decisión de no registrarme. Esta determinación que no es tomada al vapor, no es producto de un arranque o capricho, es el resultado de muchos silencios que decían más que mil palabras y de muchos movimientos incompresibles, o quizá demasiado claros y que tal vez me negaba a ver y menos a creer”, señaló.

“No hay condiciones para participar, y la única alternativa real es la de retirarme por dignidad y respeto a mí y quienes confiaron en mí”, dijo en otra parte del mensaje.

A pesar de lo anterior, Moreno Arcos indicó que no será factor de división en el PRI, partido que dijo le dio la oportunidad de ser candidato a gobernador del estado, sin embargo, reiteró que no hubo piso parejo.

“Hoy quiero decirles a mis amigos y amigas priistas, que en un interés por cambiar y regresar la fuerza y unidad a la base militante busqué participar en el proceso para renovar la dirigencia estatal en el que lamentablemente no hubo piso parejo, justamente por todo lo anterior es que, considero que la única alternativa digna es retirarme”, indicó.

Moreno Arcos dijo que se abrieron nuevas alternativas, “y juntos enfrentaremos nuevos retos”.

El excandidato gobernador dejó de tener el respaldo de priistas líderes con injerencia en las decisiones del PRI, entre ellos, el del exgobernador Héctor Astudillo Flores. La dirigencia estatal sería votada en asamblea de consejeros y no por la militancia, por lo que para ganar los debió tener de su lado, o estar cerca del 50 por ciento de ellos.