Arzobispo de Acapulco bendice instalaciones del Centro Cultural La Villita

YONATHAN BAUTISTA
SAN LUIS ACATLÁN, GRO.

Leopoldo González González, arzobispo de Acapulco, visitó este domingo 10 de enero, las instalaciones del Centro Cultural La Villita en San Luis Acatlán, para bendecir el recinto.

El arzobispo fue recibido por el alcalde, Agustín Ricardo Morales, asi como integrantes de su cabildo y transportistas, en las escalinatas que conducen a dicho espacio religioso.

Todos los presentes se dirigieron a la capilla, que es la réplica de la Basílica de Guadalupe, y en el interior se realizó la bendición del lugar y se hizo una oración por parte del arzobispo, Leopoldo González.

En su mensaje recordó que ya había acudido hace un año, cuando la construcción estaba en proceso y se llevó a cabo la bendición de predio. “Hoy podemos ver la explanada, la escalinata, la imagen de Cristo Redentor ya está concluida. Quiero expresar mi gozo al ver terminado este espacio, es muy hermoso, el marco del contorno natural es de verde y azul, verde de esperanza, azul de paz, la naturaleza y el firmamento nos llenan de esperanza y paz, es una mirada muy amplia, pero no sólo el entorno, esta réplica de la Basílica de Guadalupe, hermosamente lograda, nos hace sentir en el corazón de nuestra patria, en el Tepeyac”.

Agregó: “Tenemos la bella imagen de nuestra Virgen de Guadalupe, que es quien nos ha acompañado en todos los momentos de nuestra patria: en su nacimiento, crecimiento y fortalecimiento, nos llena de esperanza en estos momentos en que la pandemia hace sentir en nosotros crisis fuertes, en esta hermosa casa que alberga a nuestra madre, ella nos muestra a Jesús que es todo su amor, nuestra protección y salvador, pero además de ello, la casa que nuestra Virgen quiere es nuestro hogar, que es donde se nos enseña a convivir y compartir, por ello, pido a nuestro Señor la bendición para todos y cada uno de ustedes, para sus familias, para todas las comunidades”.

Por su parte, el alcalde Agustín Ricardo Morales, agradeció a todos por estar presentes en este lugar, pero especialmente a Leopoldo González, arzobispo de Acapulco, así como al padre Bulmaro Morales, a quienes pidió hacerle llegar un saludo afectuoso al padre Leonardo Morales con quien se inició el proyecto de esta réplica de la Basílica de Guadalupe.

Agradeció también a los taxistas de los sitios Esfuerzo y Progreso de ruta Acapulco, así como el mixto de ruta San Luis – Marquelia, y a los sitios locales de San Luis Acatlán que también estuvieron presentes.

Además agradeció a su señora madre por acompañarlo en este momento, de quien dijo ser una mujer muy devota de la Virgen de Guadalupe.

“El esfuerzo hecho para construir este santuario va más allá de una simple construcción, es un acto de fe. Este espacio fue un planteamiento que hicimos junto con los compañeros transportistas hace poco más de dos años y medio, era necesario establecer un espacio digno para todos aquellos que tienen fe en hacer las cosas bien, lo hemos consolidado, y más allá de hacer una capilla, estamos construyendo un espacio digno para los que vivimos en este municipio, y creo que como un espacio de reflexión y espacio de acercamiento a Dios, allí cabemos todos.”

Abundó: “Es un lugar muy bonito, un espacio construido pensando en todos los sanluistecos. Pedirle a la iglesia para que nos ayude a fomentar este lugar, más allá de una capilla, como un santuario, nos da gusto porque nos han visitado ciudadanos de diferentes municipios, que hacen de este lugar una parada obligada, han venido en urvan, coches particulares, familias que durante las vacaciones estuvieron visitando y disfrutando este lugar. Es la satisfacción que nos podemos llevar, y por supuesto, que a todos los que están aquí, este espacio es para ustedes”.

“Platicaba hace un momento con los amigos transportistas, que este espacio va a quedar para muchísimos años, como un recuerdo de que los que participamos y que nos vimos involucrados tendremos algo que platicarle a nuestros hijos y nietos, así como los que construyeron la iglesia siempre tienen algo que contar. Una herencia que el padre Gustavo Carreón Moctezuma dejó para San Luis Acatlán, este recinto es también una herencia de todos aquellos que tuvimos participación en su construcción, le estamos dejando al municipio, a la región y a todos los que la van a conocer”.

“Agradezco su presencia, monseñor Leopoldo González, es un gusto tenerlo aquí en San Luis Acatlán, es un honor contar con su presencia y que comparta con nosotros el mensaje de paz y amor, y que todos en ese sentido podamos aspirar a un mundo mejor. Agradezco a mis amigos, a todos los que nos acompañan, muchas gracias, que dios nuestro señor ilumine siempre su corazón y que la paz y el amor siempre sea la columna vertebral en sus hogares, Dios los bendiga a todos”.

En su mensaje, el padre Bulmaro externó su gran cariño y afecto por el pueblo de San Luis Acatlán, agradeció al alcalde Agustín Ricardo Morales por el trabajo y apoyo, así como por el esfuerzo impresionante de hacer realidad este proyecto que iniciaron en su momento con el padre Leonardo.

“Me gusta que ahora estemos aquí, en esta casita de la Santísima Virgen María, en donde podamos estar unidos y en paz, que sea un memorial a pesar de nuestras diferencias ideológicas, filosóficas, vivir unidos en un mundo bastante confrontado por diferentes situaciones. Que este espacio sea para vivir y estar en paz, me gusta venir por las mañanas a caminar y es un espacio propicio para la oración, el silencio, la meditación, la contemplación, para que podamos tener paz en el corazón y a su vez, tener paz en nuestras relaciones interpersonales. Agradecer la presencia de Monseñor, Leopoldo González Gonzales, me consta y soy testigo de que ama a San Luis Acatlán, veo como disfruta estar con nosotros, vamos a rogar a Dios para que nos siga bendiciendo, que sigamos soñando juntos en diferentes proyectos, que podamos construir una sociedad más humana, justa, fraterna y solidaria entre nosotros”.

Al concluir esta actividad, todos los asistentes aprovecharon la oportunidad para tomar fotografías con el arzobispo, como un recuerdo de dicho evento.